jueves, 30 de diciembre de 2010

jueves, 23 de diciembre de 2010

sábado, 18 de diciembre de 2010

LIBRO. Es la antología poética de Mijail Martínez, Vivir es elegir ensueños de libertad. Hace un año a Mijail le robaron la vida en un sicariato atroz. Apenas tenía 23 años. Su padre, Víctor Martínez, es un aguerrido luchador social y fue defensor a ultranza de la revolución de Hugo Chávez. El individuo que declaró haberlo asesinado está libre, gracias a que la fiscal de Lara, Cristina Coronado no solicitó a tiempo que quedara preso. La administración de justicia en Barquisimeto tiene una manera muy particular de funcionar. Víctor Martínez solicita que se investigue al ex jefe de la policía, un oficial de la Guardia Nacional, Jesús Armando Rodríguez Figueras y al ex gobernador Luis Reyes Reyes. Pero hablemos del libro. Es fresco, cargado de mucha ternura, que hablan de las alas de libertad de un chico soñador. Mijail dejó en su poesía la lucha por un mundo mejor, el seguir insistiendo por un país distinto, el amor por su familia, por su novia, por las cosas bellas de la vida. Cuando se termina de leer el libro, uno está seguro que Mijail está sembrado en todos los rostros de los jóvenes que recorren este país. He ahí la portada.


Por Sebastiana Barráez
Fuente: quintodia.com
Sábado, 18 de Diciembre de 2010.


jueves, 16 de diciembre de 2010

Conoce el poemario de Mijaíl Martínez

Jacinto López: 23 meses de impunidad




“Hace 23 meses, el 1º de enero de 2009, mi hijo Jacinto Elías López Velasco fue secuestrado en Cabudare y asesinado en un sector de la Lomas de Tabure en el municipio Palavecino, por una banda de sujetos que aún continúan delinquiendo y cobrando víctimas.

Siete balazos acribillaron sus 22 años, a su familia y a todo el derredor que compartía sus afectos. Siete disparos que periódicamente me arrebatan el sueño para despertar con la frente perforada, los peronés quebrados y las mejillas rotas.

Hace 23 meses el pasado y el futuro se desintegró.

No quisiera caer en el lugar común de pretender hablar por muchos, cuando el dolor es exclusivo de sus tenedores. Pero, ¿qué diferencia mi dolor del que pueda sentir otro padre o madre, cuyo hijo o hija le fue arrebatada por la delincuencia? Creo que todos sufrimos y somos víctimas a fin de cuentas, pero en nada se parecerá nunca mi hijo al del vecino afligido, o al de otro secuestrado y muerto, aún siendo producto de la violencia, en nada puede parecerse una vida a otra, por el sólo hecho de ser víctimas.

Es una enlodada estrategia que busca presentar la violencia como una epidemia, antes que aceptarla como consecuencia de una praxis y discurso político que desde hace años domina el país y tiende a convertirse en política de Estado.

Del hecho han conocido la Fiscal 5º Dra. Norma Cocenza y la Fiscal 52 con competencia Nacional Dra. Erika Paredes, primeramente; La Fiscal Superior del estado Lara Dra. Lucila Sirit; la Fiscal General de la República Dra. Luisa Ortega; la Fiscal 2ª Dra. Cristina Coronado, quien fue nombrada como titular de otra Fiscalía; para luego encargarse la Dra. Lucía Anzola, actual titular de la Fiscalía 2ª. Su asistente el Dr. Rubén Pérez y actualmente el Dr. Vladimir, en ese orden. También la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional , ante la cual intervine en abril de 2009 y se comprometió a nombrar una sub comisión que investigaría el caso….

A la fecha la investigación espera por actuaciones que reposan en manos del CICPC.

Aún los presuntos autores materiales, tres de ellos con solicitudes de aprehensión libradas desde marzo del 2009, continúan libres, delinquiendo, cobrando nuevas vidas como diario tributo a la muerte y la impunidad.

Mi accionar ente el Ministerio Público me ha permitido apreciar el colapso de las fiscalías ante los increíbles volúmenes de denuncias que a diario reciben, sumados a los casos acumulados que representan aproximadamente el 90 % de los expedientes que llevan. Existen fiscalías que llevan más de doscientas mil investigaciones, en manos de tres, a lo sumo cuatro fiscales por despacho, lo que los atiborra y los hace incontrolables.

El luto se apoderó del día a día. Nadie escapa a salvo de un mal que de adueñarse de la noche, se apoderó de las calles, de las casas, de los tribunales, las fiscalías y los cuerpos de seguridad.

Las organizaciones de derechos humanos, tales como el Comité de Víctimas Contra La Impunidad son amedrentados arrebatándoles hijos, como el caso de Mijail Martínez, que fue aparte de un arponazo al corazón de su familia, un claro mensaje para el resto del Comité, conformado no sólo por víctimas, también por padres y madres.

La impunidad se consolida con el miedo. Toda disidencia es combatida política y militarmente.

Las autoridades no escapan de ser presas del delito, como el caso del propio hijo del gobernador del estado, víctima de un intento de secuestro o sicariato, el cual, gracias a dios, no llegó a concretarse. A diario vemos funcionarios policiales abatidos por la acción del hampa; en otros casos amparando a delincuentes y hasta delinquiendo con uniforme y arma de reglamento.

El Poder Judicial y el Ministerio Público, deben garantizar el cumplimiento de la Constitución y de la Leyes , que consagran la JUSTICIA y EL DERECHO A LA VIDA como bienes fundamentales de la sociedad. Y ambos Poderes, en medio del aluvión delincuencial no alcanzan a producir las urgentes soluciones que todos reclamamos

El delito tiene un definido territorio, especie de campus vacacional, custodiado, inexpugnable, con coliseo incluido y con premios por delinquir tan variopintos como jugar en el principal estadium de la localidad contra el equipo y el público que se les antoje y el beneficio de las autoridades del MPPIJ y el MP.

El crecimiento del delito en todas sus expresiones es sin lugar a dudas, producto de la impunidad. Delincuentes y funcionarios han tasado cada una de las ejecutorias: la “fuga” de un delincuente; la “decisión” de un juez; la siembra de drogas, la “medida cautelar”.

Todos los sectores que pueden dirimir sobre el delito se encuentran seriamente cuestionados y no existe instancia que actúe contra ello.

La fractura social tiende a dilatarse y convoca a ciudadanos, víctimas y comunidades a producir soluciones, que como lo evidencian los medios, termina en comunidades o grupos enardecidos linchando, quemando y cobrando hechos y situaciones ante las cuales las autoridades son blandengues o incapaces de actuar.

La crónica roja no existe en los medios oficiales y es común encontrar en sus páginas, referencias a las heridas sufridas por una dama hondureña que reclamaba por Celaya, o por los muertos y herido de la Franja de Gaza, pero ignoran los resultados de la guerra intestina que padece el país y cobra la vida de cientos de venezolanos todas las semanas.

Los gritos y aullidos desgarradores de las víctimas, actúan como señales de humo que enturbiaron el aire y el paisaje del país para siempre.

Debemos continuar luchando, reclamando JUSTICIA, enfrentando la impunidad y recuperando el único espacio propio de cada ciudadano: la vida.

Pero, la lucha debe saltar de nuestros corazones y papeles a la calle, donde la muerte, la impunidad y la injusticia reinan. Y abatirla tendrá un costo aún mayor, el cual no quiero presagiar”.

CARLOS EDUARDO LÓPEZ FALCÓN
Barquisimeto. 03/12/2010

lunes, 13 de diciembre de 2010

Lila Downs y Bunbury- Justicia




Noooo, no voy a llorar por ti,
vooooy, a guardarme este recuerdo.
Nooo, no voy a llorar por ti,
queeee, mi corazon no ha muerto,
no ha muerto,
no ha muerto.

Que quieren sueños de nuestra tierra o vislumbres de cada guerra,
donde los dientes de un zapoteca liberan sueños de mezcal.

Que lo malo se va acabar,
que lo bueno ya va a empezar.
Ya no quiero llorar de pena solo quiero cantar azucenas,
que el cielo me quiere cantar,
que el cielo me quiere cantar,
platicaba la espuma al mar,
platicaba la espuma al mar.

Que unos ojos que estaban llorando,
que unos puños que se cerraban,
y en el viento que se crecía,
mariposas que ya no volaban.
Y una guerra tapan con su manto,
unas calles con hombres quebrados,
donde manda la ley de la selva,
donde fueron las cosas buenas.

Yo te culpo por el silencio,
en la culpa de una mirada,
yo te uso como testigo
es un caso sin juez ni balanza.

Yo te busco por el bordado,
de mujeres y de poetas,
el discurso que causa preguntas,
el tejido de servilletas.

¡Justicia!

Te busqué en la calle,
te busqué en el diario,
la televisión,
en las voces sordas de los tribunales.

¡Justicia!

Te busqué en las caras,
te busqué en las bocas,
te busqué en las mentes,
te busque en los ojos de nuestras ciudades.

Sigo creyendo, que lo malo acaba,
que lo bueno viene,
la conciencia te llama.

Siiigo creyendo, que lo malo acaba,
que lo bueno viene,
la conciencia te llama.



Yo te busco en las defunciones,
que en papel nunca aparecieras,
en la mancha de las canteras,
la pintura te borraría.
Pero no borran mi memoria,
ni el orgullo, ni valentia,
ni la voz de las cacerolas,
ni la radio de mis vecinas.

Como a ciegas vamos tentanto,
que en el odio no hay luz que pase,
se hace fuerte ese monumento,
la serpiente de dos cabezas.

No te veo en los altos mandos,
no te encuentro en las oficinas,
ni en el hombre del uniforme,
ni el record de las orillas.

¡Justicia!

Te busqué en la calle,
te busqué en el diario,
la televisión,
en las voces sordas de los tribunales.

¡Justicia!

Te busqué en las caras,
te busqué en las bocas,
te busqué en las mentes,
te busque en los ojos de nuestras ciudades.

Sigo creyendo, que lo malo acaba,
que lo bueno viene,
la conciencia te llama.

Siiigo creyendo que lo malo acaba,
que lo bueno viene,
la conciencia te llama.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Elevación. . .




Ch. Baudelaire

Por encima de estanques, por encima de valles,
De montañas y bosques, de mares y de nubes,
Más allá de los soles, más allá de los éteres,
Más allá del confín de estrelladas esferas,

Te desplazas, mi espíritu, con toda agilidad
Y como un nadador que se extasía en las olas,
Alegremente surcas la inmensidad profunda
Con voluptuosidad indecible y viril.

Escápate muy lejos de estos mórbidos miasmas,
Sube a purificarte al aire superior
Y apura, como un noble y divino licor,
La luz clara que inunda los límpidos espacios.

Detrás de los hastíos y los hondos pesares
Que abruman con su peso la neblinosa vida,
¡Feliz aquel que puede con brioso aleteo
Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos!

Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras,
Levantan hacia el cielo matutino su vuelo
-¡Que planea sobre todo, y sabe sin esfuerzo,
La lengua de las flores y de las cosas mudas!